Spanish Polity: Estrategia de Toma de Decisiones para Liderar como Jesús

Estrategia de Toma de Decisiones para Liderar como Jesús

 

¿Por qué dijo Jesús que los líderes de la iglesia tienen la misma autoridad que los niños y los esclavos (los cuales tienen menos autoridad)? Él llevó esta verdad a casa lavando los pies de los discípulos. Jesús incluso prometió: “Si sabes estas cosas, bendito eres si las haces.” ¿Qué nos dice esto sobre el estilo de gestión de un pastor y sobre la toma de decisiones en la iglesia?

 

Beneficios

Un componente importante de la estrategia de liderazgo de Jesús era, que los pastores sirvieran a la iglesia tomándose el tiempo para construir un consenso congregacional. Es más probable que se encuentre la mente de Cristo cuando los líderes guían a toda la congregación a lidiar corporalmente con las decisiones importantes. Los miembros de la iglesia son motivados cuando se dan cuenta de que las sugerencias de cada uno son respetuosamente sopesadas de acuerdo con las Escrituras. Se fortalece la unidad y la iglesia puede ser guiada más fácilmente por el Espíritu Santo. En este proceso el papel del liderazgo incluye ayudar a construir consenso enseñando lo que dice la Escritura sobre un asunto, teniendo conversaciones privadas con los miembros de la iglesia acerca de las decisiones, apelando a los que discrepan y, después de mucha persuasión, llamando a cualquier minoría disidente a ceder ante el liderazgo y el resto de la congregación. Adoptar el ejemplo de Jesús puede hacer que el proceso de toma de decisiones de la iglesia sea tanto unificador como edificante para toda la congregación.

 

Prueba #1—La Autoridad de los Pastores: Como Niños y Esclavos

Al contrastar la autoridad de los líderes políticos seculares con la de los líderes de la iglesia, Jesús dijo: «Los reyes de las naciones oprimen a sus súbditos, y los que ejercen autoridad sobre ellos se llaman a sí mismos benefactores. No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve» (Luc. 22:25-26).[1] Pensemos en esto por un minuto. ¿Cuánta autoridad tiene la persona más joven de una familia? ¿Cuánta autoridad tiene un sirviente de la casa sobre su empleador? Aunque es cierto que Jesús era un maestro de la hipérbole, hay una verdad subyacente que no debe pasarse por alto. Los pastores han de ser líderes sirvientes. Su actitud debe ser la de humildad en el liderazgo: no la autoridad real que domina sobre los demás. Los pastores deben liderar con el corazón de un siervo. En armonía con las palabras de Jesús, Pedro instruyó a los ancianos a «cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo… No sean tiranos con los que están a su cuidado, sino sean ejemplos para el rebaño» (1 Ped. 5:1-2).[2]

Jesús se ofreció como un ejemplo para los líderes de la iglesia a seguir: “Porque, ¿quién es más importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No lo es el que está sentado a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como uno que sirve» (Luc. 22:27).3 En otra ocasión, Jesús lavó los pies de los discípulos para dejar claro, que cualquiera que quiera ser un líder de la iglesia primero debe aprender a ser el sirviente de todos. Dijo: «¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica» (Jn. 13:12-17).[3] ¿Queremos recibir la bendición de Dios como líderes de la iglesia? Entonces debemos vivir lo que Jesús modeló y ejercer nuestra autoridad con el corazón de un siervo.

 

Prueba #2—El Liderazgo de los Ancianos bien entendido

Debido a que la Escritura menciona a los ancianos que “gobiernen bien” (1. Tim. 5:17), es obvio que Dios tenía la intención de que los pastores sirvieran como administradores. La palabra subyacente para “gobernar” significa literalmente “estar delante de”, es decir, dirigir o administrar a otros. Un significado secundario es: estar por delante, en el sentido de cuidar o ayudar a los demás como lo haría una enfermera o un médico de cabecera.[4] Combinar estas dos definiciones ayuda a enmarcar el estilo de gestión que deben emplear los pastores.

¿Cómo se puede esperar que gobierne alguien que sólo tiene la autoridad de un niño o un esclavo? Hebreos 13:17 instruye a los creyentes a obedecer a los líderes de la iglesia.[5] La palabra griega común para “obedecer” (hupakouo) se utilizaba para referirse a situaciones tales como los niños obedeciendo a sus padres y los esclavos a sus amos (Ef. 6:1, 5). Sin embargo, la palabra común para “obedecer” no se encuentra en 13:17. En cambio, se usa peitho, que significa fundamentalmente persuadir o convencer.[6] En la mitología griega, “Peitho” era el nombre de una diosa, una consorte de Afrodita, que personificaba la persuasión.[7] Consistente con la raíz de este significado, la traducción interlineal de McReynolds de peitho en 13:17 es “persuadir”.[8] Un expositor fue un paso más allá y afirmó que con peitho, “la obediencia sugerida no es por sumisión a la autoridad, sino el resultado de la persuasión.”[9] El comentario de Lenski sobre este texto fue que aquellos que se dejan convencer por alguien obedecerían a esa persona.[10]  En nuestro pasaje, se encuentra en la forma presente imperativa intermedia/pasiva, que significa “obedezcan”.[11] Sin embargo, el uso del peitho por parte del autor sugiere que esta obediencia nace del diálogo, de la enseñanza, de la persuasión y de la discusión. La obediencia insensata no es lo que se pretende. Alguien que está persuadido de algo actuará en consecuencia a ello, obedeciendo con alegre convicción.

Uno de los requisitos de un anciano es la capacidad de enseñar (1. Tim. 3:2). Esto se debe a que los líderes de la iglesia tienen que persuadir enseñando la verdad. Dwight Eisenhower captó la idea detrás de Hebreos 13:17 cuando dijo: “Prefiero tratar de persuadir a un hombre para que vaya conmigo, porque una vez que lo haya persuadido, se mantendrá firme. Si lo asusto, se quedará solo durante el tiempo que tenga miedo y después se irá.”[12] Los ancianos no deben simplemente tomar decisiones desde lo alto como los Papas. El pastor siervo vende en lugar de hablar. Idealmente, la obediencia descrita en Hebreos 13:17 sucederá después de un proceso de persuasión.

Hebreos 13:17 además instruye a los creyentes a someterse a sus líderes en la iglesia. Sin embargo, la palabra griega común para “someter” (hupotasso) no se encuentra aquí.[13]  En cambio, el autor eligió la palabra griega clásica hupeiko, un sinónimo de hupotasso, que significa ceder o rendirse.[14]  Rienecker lo definió con mayor precisión como “rendirse, darse por vencido, someterse”.[15] Hupeiko se usaba en otros lugares con referencia a los competidores (como los luchadores) y se refería al sentido de rendirse después de una lucha.[16] La comprensión matizada de hupeiko no es la de una estructura, como el gobierno civil, a la que uno se somete automáticamente; más bien, es la sumisión al final de un proceso, una lucha o una contienda. Es el retrato de un debate y un diálogo serios antes de que una de las partes ceda.

En resumen, la relación presentada en el Nuevo Testamento no es una obediencia insensata entre los líderes y aquellos que son guiados como la de un esclavo. El rebaño de Dios debe estar abierto a ser persuadido (peitho) por sus pastores. Los líderes, a su vez, deben comprometerse con la enseñanza y el debate permanentes. Sin embargo, habrá momentos en que alguien o unos pocos entre los hermanos no puedan ser persuadidos. Las congregaciones están compuestas tanto de cristianos maduros como de inmaduros, de los que andan en el Espíritu y de los que no lo hacen, de los que tienen el don del discernimiento y de los que no lo tienen. Se producirán impases. Hebreos 13:17 llama a los disidentes a ceder (hupeiko), después de mucha persuasión, a la sabiduría de sus líderes en la iglesia. Esta sumisión, sin embargo, ha de venir sólo después del diálogo, la discusión y el razonamiento. Así, aunque la autoridad final para tomar decisiones reside en el liderazgo, un aspecto crítico del gobierno de los ancianos debe incluir el compromiso de servir al Cuerpo mediante la construcción de un consenso congregacional guiado por el Espíritu. Así como una persona puede tener una opinión sin ser testaruda o hacer juicios sin ser sentenciosa, así también un pastor tiene autoridad para gobernar sin ser autoritario.

 

Prueba #3—Pastores: ¿Jugadores Estrella o Entrenadores desde la Línea?

Sorprendentemente, a los líderes de la iglesia se les da poca importancia en las epístolas. La epístola de Pablo a los Romanos, altamente teológica, iba dirigida simplemente a los «santos» (Rom. 1:7), sin mencionar especialmente a los pastores. Las dos cartas a la congregación corintia estaban dirigidas a toda la “iglesia” (1 Co. 1:2; 2 Co. 1:1). No se mencionan los pastores ni en los saludos ni en ninguna otra parte del texto de las cartas. El hecho de que estas dos epístolas traten temas críticos de liderazgo tales como la Cena del Señor, los servicios de adoración y la disciplina de la iglesia hace que esto sea aún más notable.

El saludo en Gálatas fue a todas las “iglesias” de la región. No se menciona en absoluto el liderazgo (1:2). A lo largo de Gálatas, se dirigía a los lectores simplemente como “hermanos”. Los “santos de Éfeso” fueron los destinatarios designados para su carta (Ef. 1:1). La importancia de los pastores-maestros fue mencionada en Efesios 4:11, pero incluso allí no se escribe directamente a los pastores. Filipenses 1:1 rompe el patrón de ignorar al liderazgo. Los supervisores son saludados junto con los santos. Sin embargo, no hay ninguna otra mención de estos líderes, ni se les escribió nada más directamente. El saludo en Colosenses 1:2 fue simplemente a “los santos y hermanos fieles.” No se escribió nada directamente a los líderes o acerca de ellos. En el último capítulo de Hebreos, se pidió a los lectores que “saluden a todos sus líderes” (13:24). El autor no sólo no saludó directamente a los líderes, sino que asumió que ni siquiera leerían la carta.

Esta falta de enfoque en los líderes continúa en los saludos de 1 y 2 Tesalonicenses, Santiago, 1 y 2 Pedro, 1 y 2 Juan[17] y Judas. De todas las cartas a las iglesias, sólo en 1 Pedro 5 se escribe directamente a los ancianos.[18]  Nada de esto debe interpretarse como que los pastores no tienen importancia. Es simplemente que los pastores también son ovejas. Los pastores eran un subconjunto de la iglesia como un todo. No había una fuerte distinción entre el clero y los laicos. Efesios 4:11-12 revela que el deber de los pastores-maestros es equipar a los santos para la obra del ministerio. Esto, combinado con el foco apostólico en las congregaciones enteras en lugar de solo los pastores, sugiere que los pastores deben servir como entrenadores desde la línea en lugar de como jugadores estrella.

Mucho se puede extraer de las apelaciones directas de los escritores del Nuevo Testamento a las congregaciones enteras. Se esforzaron mucho para influenciar a todos los creyentes—no sólo a los líderes. Los apóstoles no simplemente gritaban órdenes o emitían mandamientos como lo harían los comandantes militares. En cambio, trataron a los otros creyentes como iguales y apelaron directamente a ellos. El sacerdocio del creyente se practicaba activamente. Los pastores locales sin duda dirigían de la misma manera. Su autoridad primaria estaba en su capacidad de influir a través de la verdad. El respeto que se les daba se había ganado con honestidad. Era lo contrario de la autoridad militar en la que los soldados respetan el uniforme, pero no necesariamente al hombre que lo lleva. Aristóteles declaró astutamente: “Creemos en los hombres buenos más plenamente y más fácilmente que en otros. Esto es cierto en general, cualquiera que sea la cuestión, y absolutamente cierto cuando la certeza exacta es imposible y las opiniones están divididas… su carácter casi que puede llamarse el medio más eficaz de persuasión que posee.”[19]

Hebreos 13:7 refleja el hecho de que el estilo de liderazgo empleado por los líderes de la iglesia es principalmente uno de dirección por medio del ejemplo: “Acuérdense de sus dirigentes, … Consideren cuál es el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe.”[20] De manera similar, 1 Tesalonicenses 5:13 revela que los líderes deben ser respetados, no por la autoridad automática del rango designado, sino por el valor de su servicio: “Ténganlos en alta estima, y ámenlos por el trabajo que hacen.”20 Como dijo Jesús: “Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás”20 (Mat. 20:25-28).

En resumen, los Apóstoles escribieron a las iglesias enteras y no sólo a los líderes. Los Apóstoles enseñaban, daban razones, persuadían y guiaban en lugar de meramente dar órdenes. Los pastores siervos deben servir guiando de esta manera. Los líderes deben ser grandes en el servir.

 

Prueba #4—La Iglesia como Congreso

Tendremos una comprensión más pobre de la iglesia de Cristo si no tomamos en cuenta la dinámica de la palabra griega original para iglesia: ekklésia. Con tanto énfasis hoy en la separación de la iglesia y el estado, el gobierno rara vez se asocia con la iglesia. Sin embargo, en los días de Jesús, ekklésia se usaba fuera del Nuevo Testamento para referirse a una asamblea política que se convocaba regularmente con el propósito de tomar decisiones.[21]  Según Thayer, se trataba de “una asamblea del pueblo convocada en el lugar público de consejo con el propósito de deliberar”.[22]  Bauer define ekklésia como una “asamblea de un cuerpo político convocado regularmente”.[23]  Escribiendo para The New International Dictionary of New Testament Theology, Lothan Coenen señaló que la ekklésia estaba “claramente caracterizada como un fenómeno político, repetido según ciertas reglas y dentro de un determinado marco. Era la asamblea de ciudadanos de pleno derecho, arraigada funcionalmente en la constitución de la democracia, una asamblea en la que se tomaban decisiones políticas y judiciales fundamentales… la palabra ekklésia, en todas las regiones griegas y helenísticas, conservaba siempre su referencia a la asamblea del estado (polis)”.[24]

El significado secular de ekklésia se puede ver varias veces en Hechos 19, donde se traduce como “asamblea legal” en lugar de “iglesia”.[25]  Dos de las ocurrencias en Hechos 19 se refieren a una reunión de plateros convocada por Demetrio. Estos sindicalistas se apresuraron al teatro donde normalmente se tomaban decisiones ciudadanas, para decidir qué hacer con una reputación dañada y la perdida de ventas.[26]  Sin embargo, se excedieron en su jurisdicción, por lo que el secretario de la ciudad aconsejó que el asunto fuera resuelto por la ekklésia “legal” y no por el sindicato ekklésia (Hechos 19:37-39).

¿Por qué eligió Jesús una palabra tan políticamente cargada (ekklésia) para describir a Su pueblo y sus reuniones?[27]  Si sólo hubiera querido describir una reunión sin connotaciones políticas, Jesús podría haber usado sunagogé. Tal vez fue porque Jesús quiso que sus seguidores funcionaran juntos con un propósito que es paralelo al del gobierno político. Si es así, los creyentes tienen la responsabilidad de tomar decisiones juntos por consenso. El pueblo de Dios tiene un mandato de toma de decisiones. Una iglesia es un cuerpo de ciudadanos del Reino autorizados para sopesar asuntos importantes, tomar decisiones y emitir juicios sobre diversas cuestiones. El Baptist Faith and Message del año 2000 declara: “Cada congregación funciona bajo el Señorío de Cristo mediante procesos democráticos”.[28]

El Nuevo Testamento contiene muchos ejemplos del pueblo de Dios tomando decisiones como un cuerpo. Después de prometer construir su ekklésia sobre la roca de la confesión revelada por Pedro, Jesús habló inmediatamente de las llaves del reino de los cielos y de atar y desatar (Mat. 16:13-20). Las llaves simbolizan la autoridad para abrir y cerrar algo. “Reino” es un término político, y atar y desatar implican la autoridad para tomar decisiones. ¿Esta autoridad se le dio únicamente a Pedro? En Mateo 18:15-20, la autoridad de atar y desatar fue conferida a toda la ekklésia por Jesús. En Hechos 1:15-26, Pedro encargó a la iglesia de Jerusalén en su conjunto para que encontraran un reemplazo para Judas. Más tarde, los apóstoles buscaron que la iglesia corporalmente eligiera hombres para administrar el programa de alimentos de la iglesia (Hechos 6:1-6). Hechos 14:23 indica que los apóstoles nombraron ancianos con el amplio acuerdo de la congregación local.[29]

Los Apóstoles eran la norma para la doctrina y la práctica. Si alguna vez hubo un tiempo y lugar apropiado para que los Apóstoles tomaran una decisión por sí mismos, aparte de la iglesia, habría sido el Concilio de Jerusalén (Hechos 15). La naturaleza misma del Evangelio había sido puesta en tela de juicio. Sin embargo, incluso aquí, el hecho sorprendente es que los Apóstoles incluyeron no sólo a los ancianos locales de Jerusalén, sino también a toda la iglesia.[30]  Colin Brown observó: “En la toma de decisiones del consejo no se les concede una preeminencia especial… Es coherente con el carácter no autoritario y colegial de la dirección de la iglesia que Hechos representa consistentemente (1:13-26; 6:2ss; 8:14ss; 11:1ss; 13:1-4).”[31]  El liderazgo de servicio es descentralizado. Además, 1 Corintios 5 revela que la iglesia corporalmente tiene la autoridad de disciplinar amorosamente a los miembros no arrepentidos.

 

Eruditos

Refiriéndose al carácter general de la participación congregacional, Donald Guthrie observó: “Estas primeras comunidades mostraron una fuerza notable, característica particular de esa época. Las iglesias eran organismos vivos más que organizaciones. Los impulsos del Espíritu eran más importantes que los edictos eclesiásticos o los pronunciamientos episcopales. Cuando se tomaban decisiones, las tomaba toda la compañía de los creyentes, no sólo los funcionarios… Sería un error, sin embargo, suponer por ello que la Iglesia se dirigía acorde a líneas democráticas. El registro de los Hechos deja inequívocamente claro que el factor dominante fue la guía del Espíritu Santo.”[32]

Guthrie dijo además: “Cualquier examen del punto de vista de Pablo sobre el liderazgo dentro de la comunidad cristiana debe comenzar desde su idea básica de que la iglesia es un cuerpo del cual Cristo es la cabeza. Ninguna estructura de autoridad es posible sin que la autoridad suprema esté investida en Cristo mismo. Por otra parte, incluso aquí la autoridad debe entenderse como orgánica y no organizativa… es el tipo más íntimo de autoridad… Se debe considerar que los funcionarios mencionados ejercen sus diversas funciones bajo la dirección de la cabeza… Aunque la Iglesia Cristiana no es una democracia, tampoco es una autocracia. De hecho, el único caso mencionado en el NT donde un hombre trató de gobernar sobre la comunidad es considerado con fuerte desprecio (3 Juan 9-10). La idea del NT de la iglesia es la de una comunidad en la cual Cristo, no el hombre, es la cabeza (Col. 1:18; Efesios 1:22). Es teocrática, no democrática. Su sentido de la ley y el orden está dominado por la voluntad de Dios (véase 1 Cor. 5:3-5).”[33]

El enfoque del Nuevo Testamento es que los líderes involucren a toda la iglesia en decisiones importantes, confiando en la guía del Espíritu Santo y buscando construir un consenso congregacional sobre los asuntos importantes. El gobierno de la iglesia primitiva fue una combinación del gobierno de ancianos y el consenso congregacional bajo Cristo como la Cabeza. Si la iglesia se inclinaba demasiado en una dirección, se convertiría en una dictadura, y demasiado en la otra, habría un gobierno de la turba. Los pastores y la iglesia están en una danza matizada de respeto mutuo mientras miran a Jesús como la Cabeza, el que dicta los pasos de la danza.

 

Provisión

El proceso que atraviesa una iglesia para llegar a un consenso puede ser tan importante como el consenso que finalmente se logra. El gobierno consensual requiere de tiempo, compromiso, edificación mutua y mucho amor fraternal. Realmente puede funcionar en las iglesias más pequeñas, tales como las de la era del Nuevo Testamento.[34]  Debemos amarnos lo suficiente para aceptarnos unos a otros y superar nuestros desacuerdos. El concepto de consenso podría llamarse el gobierno por unidad, cohesión, armonía o acuerdo mutuo. ¿Realmente confiamos en que el Espíritu Santo trabaja en nuestras vidas e iglesias?

Es importante considerar lo que el Señor ha hecho para ayudar a Su pueblo. Primero, nuestro Señor mismo oró “para que sean uno, lo mismo que nosotros… para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti… Permite que alcancen la perfección en la unidad» (Jn. 17:11; 20-23).[35] Debido a que Jesús pidió esto en nuestro nombre, la unidad es ciertamente alcanzable.

Otra disposición que Dios ha hecho para nuestra unidad está en la Cena del Señor: «Puesto que el [molde de][36] pan es uno solo, nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues todos participamos de un solo pan» (1 Cor. 10:17).[37] Las preposiciones “puesto” y “pues” son importantes. La participación en la Cena del Señor no sólo simboliza la unidad, sino que incluso la crea.[38]

Finalmente, Cristo dio a la Iglesia diversos dones de liderazgo (como el de pastor-maestro) con un propósito: “hasta que todos alcancemos la unidad de la fe” (Ef. 4:11-13).37 Los dirigentes desempeñan un papel fundamental en la creación del consenso.

 

Propuesta

Jesús dijo que los líderes de la iglesia deben llegar a ser como niños y esclavos: aquellos con la menor autoridad en la sociedad romana mundana. Jesús mismo no vino como rey sino como siervo. Un líder siervo se preocupa por las necesidades y los deseos de los demás, respeta verdaderamente los valores y la dignidad de los hermanos, cree y practica el sacerdocio de los creyentes, adopta un estilo de gestión participativo y se toma el tiempo y hace el esfuerzo para construir un consenso congregacional dirigido a la resolución de problemas y la toma de decisiones. Servir de esta manera implica pastoreo, construir comunidad, hacer discípulos, enseñar, persuadir, escuchar, explicar, empatía, humildad y coaching.

La iglesia en su conjunto puede compararse a un congreso con la autoridad para tomar decisiones y emitir juicios que son vinculantes para sus miembros. Los líderes de la iglesia también son congresistas. Sin embargo, son nombrados para formar parte de un comité especial cuyo propósito es estudiar los asuntos y hacer recomendaciones, enseñar, informar o impulsar al congreso. Los líderes de la iglesia normalmente no deben tomar decisiones a nombre de la iglesia como una alternativa a la búsqueda de consenso. Los pastores deben guiar, enseñar, sugerir y construir un consenso. Sin embargo, cuando la iglesia se encuentra en un punto muerto, incapaz de resolver un problema, los pastores sirven como árbitros predeterminados o para disolver el empate. En estos casos, los opositores están llamados a someterse en el Señor a la dirección y sabiduría de los ancianos (Heb. 13:17). El gobierno de ancianos llenos del Espíritu, combinado con el consenso de la congregación sobre las decisiones importantes, da rienda suelta al Espíritu Santo y pone a la iglesia en una mejor posición para discernir la mente de Cristo y caminar en la Luz de la Palabra de Dios.

 

Práctica

Consenso vs. Mayoría simple: ¿Deberían tomarse las decisiones por consenso o por mayoría simple? Es importante considerar lo que implican estas dos opciones. Consenso significa acuerdo general, la tendencia representativa o la opinión. Se relaciona con las palabras “consentimiento” y “consensual”. Por el contrario, el gobierno mayoritario puede ser una dictadura del 51% para el 49% que no está de acuerdo. Esto va en contra de la unidad. Sin embargo, el consenso trata de construir la unidad.

Consideremos los siguientes textos bíblicos: «¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en harmonía!» (Sal 133:1).[39] «Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos se pongan de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer» (1 Cor. 1:10).[40] «Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz» (Ef. 4:3).39 “…llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento” (Flp. 2:2).39 “…revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren los unos con los otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto» (Col. 3:12-15).39

Una enseñanza sistemática, bien presentada y basada en la Biblia, empapada en oración ferviente, facilitará un debate maduro. Aunque los líderes traerán enseñanzas relevantes para los temas que se están considerando en las reuniones de la iglesia, gran parte del proceso de construcción de consenso tendrá lugar fuera de la reunión de la iglesia. Sucederá uno a uno, hermano a hermano, de muchas maneras, incluyendo la comunión de la Cena del Señor, visitas sociales de mitad de semana, conversaciones telefónicas, mensajes de texto y correos electrónicos. Poner de acuerdo a los miembros de la iglesia requiere tiempo, paciencia, humildad, gentileza y el ministerio de los ancianos. Hay una gran diferencia entre el consenso y la regla de la mayoría simple, que implica votar y un 51% de “ganar”.

Votación congregacional: En el proceso de consenso, nunca debe haber un momento en que se haga una votación. La dirección debe conocer la posición de cada hermano a partir de las conversaciones individuales. Deberían tenerse debidamente en cuenta las opiniones de los miembros piadosos, maduros y de larga data, en lugar de los que acaban de empezar a asistir. Una vez que se ha alcanzado un consenso y se ha pedido a los disidentes que se rindan ante los ancianos, se puede hacer un anuncio y la propuesta se aplica.

¿Debería celebrarse una asamblea general de la iglesia para determinar si hay consenso sobre un asunto? Idealmente, la iglesia debe ser lo suficientemente pequeña como para que la dirección sepa cuál es la opinión de cada persona sin tener que convocar necesariamente una asamblea general. Sin embargo, convendría celebrar reuniones especiales, además de los servicios de adoración, para enseñar y debatir asuntos importantes.

¿Quién toma las decisiones en el proceso de consenso? ¿Deberían ser hombres y mujeres o sólo los hombres? Los pensamientos de todos son importantes. En la Trinidad, Dios el Padre y Dios el Hijo son iguales; sin embargo, el Hijo se somete voluntariamente a la voluntad del Padre. Aunque los hombres y las mujeres son iguales ante Dios, las esposas están llamadas a someterse a sus esposos. Dios es la cabeza de Cristo, Cristo es la cabeza de la iglesia y el esposo es la cabeza de su familia. Una forma en que este orden divino se expresa en la iglesia, es que sólo los hombres deben servir como ancianos y maestros. También se expresa cuando los hombres, como jefes de sus hogares, representan las opiniones de sus esposas en el proceso de consenso. Ciertamente, las esposas tienen opiniones y percepciones válidas. Estas preocupaciones pueden ser expresadas directamente por las mujeres o por medio de sus maridos. Un esposo amoroso considerará cuidadosamente los puntos de vista de su esposa, pero son los hermanos los que tienen la última palabra. Son los hermanos quienes deben tomar las decisiones que son vinculantes para la iglesia (véase 1 Cor. 11:1ss, 14:33-35; 1 Tim. 2:11-15).

En cuestiones de mera preferencia, considerar a las mujeres y someterse a sus deseos es el camino adecuado a seguir. Sin embargo, en asuntos de teología o de aplicación de la Escritura los hombres deben tomar las decisiones finales. En su comentario sobre 1 Corintios 14:33-35, R.C.H. Lenski citó de Opinion of the Theological Faculty of Capital University: “No podemos ver, cómo el otorgarle voz y voto a las mujeres en todas las reuniones congregacionales puede hacer otra cosa que poner a las mujeres al mismo nivel que a los hombres en todas esas reuniones e interferir gravemente con su sujeción y obediencia divinamente ordenadas”.[41]

¿Cuándo llegan los asuntos a un nivel que requiere de consenso? No es práctico involucrar a toda la iglesia en cada decisión. La clave es enfocarse en lograr un consenso sobre temas importantes, tales como compras importantes, la selección de ancianos y diáconos, la disciplina eclesiástica, determinar el lugar donde se reunirá la iglesia, hacer cambios importantes en la manera en que se llevan a cabo las reuniones, plantar nuevas iglesias, apoyar a los misioneros y comenzar ministerios de alcance.

¿Cuándo presenta el tamaño de la congregación un problema? En las Escrituras no se encuentra ningún número mágico para el tamaño óptimo de la congregación. Si una iglesia es demasiado grande para que los ancianos conozcan y tengan una relación con cada persona, es demasiado grande. El gobierno de consenso funciona mejor en una congregación lo suficientemente pequeña para que todos se conozcan y se amen. Las relaciones deben ser lo suficientemente fuertes como para permitir a la gente trabajar a pesar de sus desacuerdos sin enojarse y dejar la iglesia. Cabe destacar que la iglesia primitiva se reunía en villas romanas. La típica villa podría albergar aproximadamente 100 personas.[42]

¿Qué pasa con los miembros inactivos o recién convertidos? ¿Cuentan sus voces en el proceso de consenso? Casi siempre habrá personas espiritualmente inmaduras en una iglesia. Las opiniones de los inactivos deben tener el mismo peso que su participación en la iglesia. Aquí es precisamente donde Hebreos 13:17 es relevante. Después de discusiones y llamados razonables, esas personas deben escuchar y rendirse a la sabiduría de los ancianos.

¿Cómo debe aplicarse el consenso a las interpretaciones de la Biblia? Ciertamente, debemos estudiar la Biblia como individuos, pero no individualmente. Tenemos que sopesar nuestras interpretaciones contra el consenso de la Iglesia: no sólo nuestra Iglesia local, sino la Iglesia universal. Se necesita humildad histórica. Rechazar las conclusiones aceptadas por millones de nuestros compañeros creyentes a lo largo de miles de años es convertirse efectivamente en pequeños Papas que se imaginan a sí mismos como teniendo el derecho divino de interpretar la Escritura de manera autónoma.[43]

Las Escrituras enseñan que el Espíritu Santo mora en cada creyente. Al examinar las creencias de la Iglesia alrededor del mundo hoy y durante los últimos dos milenios, podemos ver fácilmente varios acuerdos fundamentales sobre la correcta interpretación de la Escritura. Esto tiene que ser más que una coincidencia. Es la obra del Espíritu. Algunos de estos acuerdos generales se refieren a asuntos tales como el nacimiento virginal, la Trinidad, la deidad de Cristo, la naturaleza propiciatoria de la muerte de Cristo en la cruz, la resurrección corporal de Cristo, el futuro regreso corporal de Cristo, la futura resurrección corporal de los muertos y la inspiración de la Escritura. Cuando la iglesia universal ha llegado a un consenso acerca de una doctrina, se convierte en autoritativo. ¿Tiene una congregación el derecho de desafiar el consenso histórico de la iglesia? Estas doctrinas básicas convenidas constituyen la regula fide, la regla de la fe. Necesitamos una buena dosis de humildad histórica.

Por lo tanto, podemos ver que hay límites a lo que una iglesia local como cuerpo puede determinar con la toma de decisiones. Ninguna iglesia local tiene licencia para redefinir la fe cristiana histórica. Algunas doctrinas simplemente no están abiertas a debate. Cada ekklésia debe funcionar dentro de los límites de la ortodoxia. Los ancianos deben considerar que las ideas dañinas y heréticas no tienen cabida (1 Tim. 1:3). La razón es que la Iglesia en general hoy y a través del tiempo ya ha llegado a un consenso sobre ciertas interpretaciones fundamentales de la Escritura. El Espíritu Santo no ha fallado en su misión de guiar a la iglesia a toda la verdad (Jn. 16:13). G. K. Chesterton dijo: “Tradición significa darle voz y voto a la más oscura de todas las clases, nuestros antepasados. Es la democracia de los muertos. La tradición se niega a someterse a la pequeña y arrogante oligarquía de aquellos que simplemente andan por ahí”.[44]

Liderazgo Plural: Las referencias del Nuevo Testamento en cuanto a los líderes de la iglesia local están generalmente en plural. Por ejemplo: «En cada iglesia nombraron ancianos…» (Hch. 14:23),[45] y «Haga llamar a los ancianos de la iglesia…» (Stg. 5:14).46 De tales textos, muchos han inferido que cada iglesia local debe tener una pluralidad de ancianos. En general, cada iglesia debe tener tantos hombres como sea posible que estén calificados para servir como ancianos. Idealmente, debería ser una pluralidad.[46]  Los siguientes son algunos de los beneficios del liderazgo plural:

  1. Las posibilidades de que se desarrolle una dictadura se reducen. Debemos recordar las sabias palabras de Lord Acton: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes hombres son casi siempre hombres malvados.” Incluso si sólo un hermano está calificado para servir como anciano, el comprender que el liderazgo del anciano incluye la construcción de consensos entre todos los hermanos, ayudará a evitar el desarrollo de un Diótrefes moderno: “Le escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quién le encanta ser el primero entre ellos, no nos acepta. Por eso, si voy, no dejaré de reprocharle su comportamiento, ya que, con palabras malintencionadas, habla contra nosotros solo por hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los hermanos, y a quienes quieren hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia» (3 Jn. 1:9-10).[47]
  2. Lidiar con un ataque de lobos es más fácil: “Sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes lobos feroces que procurarán acabar con el rebaño. Aun de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan” ( 20:29-30).47 Eclesiastés 4:12 dice: “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!”47
  3. Hay una sabiduría mayor: «Porque con dirección sabia harás la guerra, y en la abundancia de consejeros está victoria.» ( 24,6).[48]
  4. Como se refleja en el consejo de Jetro a Moisés (Éxodo 18:13-27), tener varios ancianos permitiría compartir la carga de trabajo, p. ej., visitar enfermos, enseñar, aconsejar y lidiar con los problemas.
  5. Aprovecha una gama más amplia de dones espirituales. Los ancianos no tienen los mismos dones o motivaciones: “Los ancianos que dirigen bien los asuntos de la iglesia son dignos de doble honor, especialmente los que dedican sus esfuerzos a la predicación y en la enseñanza” ( Tim. 5:17).
  6. Se ha dicho que se está solo en la cima. Ser un anciano solo puede ser solitario y desalentador. Tener varios ancianos hace que se alienten mutuamente.

 

Preguntas para Debate

  1. ¿Qué puede enseñar Lucas 22:24-27 acerca de la autoridad de un líder de la iglesia?
  2. ¿A qué se refería originalmente la palabra griega ekklésia?
  3. ¿Por qué eligió Jesús una palabra política como ekklésia para describir a Sus seguidores?
  4. ¿Cuáles son algunos ejemplos del Nuevo Testamento del pueblo de Dios tomando decisiones como un cuerpo?
  5. ¿Cuál es la diferencia entre el gobierno por mayoría y el consenso congregacional?
  6. ¿Cuál es la diferencia entre consenso y unanimidad?
  7. ¿Qué provisiones ha hecho Dios para ayudar a una iglesia a alcanzar el consenso?
  8. ¿Cómo construyen los pastores un consenso congregacional?
  9. En Hebreos 13:17, se anima a los creyentes a obedecer y someterse a sus líderes. ¿Cómo encaja esto con el gobierno congregacional?

 

NTRF.org tiene audios, videos y una guía de discusión para maestros sobre el enfoque de la iglesia primitiva para la toma de decisiones.

Revisado el 22/07/2021

 

[1] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[2] El Nuevo Testamento usa las palabras: pastor, anciano y supervisor (u obispo) de manera intercambiable sin ningún nivel jerárquico (Hechos 20:17, 28, Tito 1:5–7, 1 Ped. 5:1–3). Son términos sinónimos.

[3] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[4] Proistémi, Bauer, Lexicon, 707.

[5] El Nuevo Testamento usualmente se refiere a los líderes de la iglesia en plural. La idea de un solo pastor dirigiendo una congregación era ajena a la iglesia primitiva.

[6] Bauer, Lexicon, 639. Otos ejemplos de peitho se encuentran en Lucas 16:31 y Hechos 17:4 y 21:14.

[7] “Peitho,” en.Wikipedia.org. Accedido el 5 de Octubre del 2017.

[8] Paul McReynolds, Word Study Greek–English New Testament (Wheaton: Tyndale, 1999), 819.

[9] W.E. Vine, Expository Dictionary of New Testament Words (Iowa Falls, IA: Riverside Book & Bible House, 1952), 124.

[10] R. C. H. Lenski, Interpretation of the Epistle to the Hebrews and the Epistle of James (Minneapolis: Augsburg Publishing, 1966), 490.

[11] Horst Balz & Gerhard Schneider, eds., Exegetical Dictionary of the New Testament, Vol. 3 (Grand Rapids: Eerdmans, 1993), 63.

[12] QuotationsPage.com, #2662, accedido el 30 de septiembre del 2016.

[13] Usado, por ejemplo, in Romanos 13:1, Colosenses 3:18, Efesios 5:21 y 1. Pedro 2:13.

[14] Bauer, Lexicon, 838.

[15] Rienecker, Linguistic Key, 720.

[16] “hupeiko”, BibleStudyTools.org. accedido el 25 de febrero del 2021.

[17] 3 Juan fue escrita a Gayo, un líder de la iglesia, en vez de a una congregación entera.

[18] Las cartas a Timoteo y Tito son llamadas las “epístolas pastorales” por su énfasis en los pastores. Sin embargo, Timoteo y Tito no eran pastores locales. Ellos eran obreros apostólicos enviados por Pablo a diferentes lugares para organizar las iglesias.

[19] Aristotle’s Rhetoric, Libro 1, Capítulo 2.

[20] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[21] En las Escrituras, ekklésia también se utiliza para referirse a una reunión de Israel, a la iglesia como la totalidad de los cristianos que viven en un lugar, y a la iglesia universal a la que pertenecen todos los creyentes.

[22] Thayer, Lexicon, 196.

[23] Bauer, Lexicon, 240.

[24] Lothan Coenen, “Church,” New International Dictionary of New Testament Theology, Vol. 1, Colin Brown, General Editor (Grand Rapids: Zondervan, 1971), 291.

[25] Hechos 19:32, 39, 41 (NIV).

[26] “Teatro,” Ephesus.us, accedido el 1 de septiembre de 2016. Había tanta confusión que la mayoría no sabía, porqué habían sido convocados.

[27] Mateo 16:13–20 & 18:15–20. En la Septuaginta, las reuniones de los antiguos Israelitas en el desierto son llamadas ekklésia.

[28] Artículo VI, “The Church.”

[29]  “Pablo y Bernabé hicieron elegir a los ancianos” (traducción alternativa al pie de página, NIV).

[30] Hechos 15:4, 12, 22.

[31] Brown, Vol. 1, Dictionary, 135.

[32] Donald Guthrie, New Testament Theology (Downers Grove, IL: Intervarsity, 1981), 741.

[33] Ibid., 760 & 946.

[34] Debido a que la iglesia primitiva se reunía en las casas privadas de sus miembros más pudientes, cada congregación era necesariamente pequeña (decenas de personas en lugar de cientos o miles).

[35] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[36] Nota del traductor: en la traducción original se refiere a un molde completo de pan, no un solo panecillo. En el original inglés se encuentra aquí por eso “one loaf (of bread).

[37] Reina Valera Actualizada (RVA-2015), Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

[38] Véase el capítulo 1 para más detalles.

[39] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[40] Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation

[41] R.C.H. Lenski, Interpretation of I & II Corinthians (Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1943), 617.

[42] Para leer más sobre las consideraciones de tamaño, véase el capítulo 5.

[43] Keith Mathison, The Shape of Sola Scriptura (Moscow, ID: Canon Press, 2001).

[44] “Tradition Is the Democracy of the Dead,” Chesterton.org, accedido en septiembre 1 de 2016.

[45] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[46] En cuanto a la diferencia entre un anciano, superintendente (RV: “obispo”) y pastor, un examen de Hechos 20:17, 28-30, Tito 1:5-7 y 1 Pedro 5:1-3 mostrará el uso sinónimo.

[47] Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.®

[48] Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation